A las 9h15 inició el pregón por las fiestas de cantonización de Francisco de Orellana. El clima en las primeras horas estuvo benévolo; no obstante, cerca del mediodía por momentos el “astro rey” hizo sentir su presencia.
La temperatura en el asfalto de la calle Napo, recordó a muchos jóvenes integrantes de algunas delegaciones de las nacionalidades que una cosa es caminar descalzos sobre la tierra y otra muy diferente por la carpeta asfáltica. Por supuesto, la reacción inmediata fue buscar agüita para refrescar sus extremidades, algunas personas caritativas lanzaron el tan ansiado líquido para aliviarles las molestias a los danzantes.
Las imágenes son reiterativas de algo que se ha convertido en “común” sin que se tomen algunas precauciones, sin restar la vistosidad a las danzas características de nuestras nacionalidades ancestrales. ¿Dónde están los encargados de velar por la protección de derechos de la niñez y adolescencia? NOTICIERO LATITUD CERO
