Hace más de un año, el 15 de marzo para ser precisos, una repentina exigencia de las comunidades waoranis de Tiwino y Bataboro puso en aprietos a la explotación petrolera del Campo Tiwino en manos de la empresa Petrobell. La medida se prolongó por más de una semana y las perdidas, según la petrolera, bordeó los 5millones de dólares.
Después de muchas conversaciones y firmas de compromisos la tranquilidad llegó, en un inicio, pero a medida que transcurrieron los días y meses ha estado salpicada por conatos de medidas de hecho. Aún así, las cosas se demoran y no se pone una sola piedra en temas como la construcción del bloque de aulas, afirmó Roberto Ima líder de Bataboro. Nos mantenemos en un compás de espera hasta fines de marzo y veremos qué pasa, una expresión que encierra una especie de advertencia a las autoridades del gobierno.









