Los pasajeros que abordaron, el pasado jueves a las 23h30, el bus placas PZI 969, disco 11 de la Coop. Trans Esmeraldas no olvidarán fácilmente lo vivido, porque el automotor no llegó a su destino.
Antes de salir de la Terminal en El Coca, tres usuarios notaron que el vehículo no presentaba las condiciones adecuadas, había fuga de agua y el lado izquierdo estaba más inclinado. “No pasa nada, solo una fallita y nada más, pero no es grave”, respondió el conductor ante los reclamos.
Los inconformes acudieron ante un efectivo policial quien luego de la revisión volvió a preguntar al chofer y éste ratificó “es un problema mínimo, ya ajustamos algo al salir, ya está todo bien”.
A los pocos kilómetros inició la odisea, las fallas empezaron y los esfuerzos del conductor y el oficial apenas alcanzaron para que retome la marcha hasta que en el sector de La Virgen el carro no respondió más. Eran las 8h00 y muchos de los viajeros debieron soportar el frio reinante y los reclamos se multiplicaron; mojados y con la ropa sucia los increpados decidieron guardar silencio.
Algunos tuvieron suerte que otros vehículos los llevaran, otros debieron esperan más. La “cereza del pastel” fue la renuencia a que se les devuelvan los pasajes: “me pregunto, quién controla y sanciona el accionar de este tipo de conductores”, dijo una indignada mujer.
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