Lo que vivió la población de Orellana fue inédito. Confluyeron los festejos del carnaval, el Día de la Amazonía y la recta final de la campaña
electoral. Más pudo la euforia de las carnestolendas; tanto militantes como candidatos mezclaron sus actividades proselitistas con espuma y la algarabía típica de esta fiesta que no pasó desapercibida para quienes permanecieron en la urbe.
NOTICIERO LATITUD CERO









